La semilla de la uva y sus isoflavonas promueven el crecimiento de cabello
Los seres humanos producimos moléculas oxidantes, ya sea para protección o producto del metabolismo celular, por factores externos como la radiación ultravioleta; asimismo, los sistemas antioxidantes nos protegen del exceso de éstos, pero al ser rebasados los antioxidantes sobreviene un estado conocido como estrés oxidativo, en este punto ocurren alteraciones celulares y se promueven diversas enfermedades; en el pelo, el estrés oxidativo puede llegar a producir efectos como envejecimiento prematuro o agravar padecimientos propios del pelo; se ha tratado de administrar antioxidantes con la idea de prevenir o reducir estas condiciones con respuestas diversas.
El factor de crecimiento tipo I insulínico (IGF-I) juega un papel importante en el crecimiento del cabello. La capsaicina activa el receptor vaniloide-1, lo que aumenta la liberación del péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP) de las neuronas sensoriales, y se ha demostrado que CGRP aumenta la producción de IGF-I. Recientemente informamos que la isoflavona, un fitoestrógeno, aumenta la producción de CGRP al aumentar su transcripción en las neuronas sensoriales. Estas observaciones aumentan la posibilidad de que la administración de capsaicina e isoflavona pueda promover el crecimiento del cabello al aumentar la producción de IGF-I.
Un estudio demostró que la administración en conjunto de la capsaicina con isoflavonas incrementan la producción de folículos pilosos promoviendo el crecimiento del cabello en personas con alopecia.
Fuente:
http://www.medigraphic.com/pdfs/derrevmex/rmd-2015/rmd155j.pdf
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17569567